Fue realizado en el siglo XVIII, sobre una construcción anterior, surgiendo como tal por transformación de lo que había sido un "postigo".
En la parte alta del arco, en la hornacina, podemos observa una imagen de Santa Ana sosteniendo al Niño Jesús en su rodilla derecha, y a su lado la Virgen María.
A la izquierda del arco se pueden apreciar aún los restos de una torre defensiva.
Al otro lado del arco, a la derecha, podemos ver otro arco con una curiosa bóveda de ladrillo realizada en 1758, reflejando las técnicas constructivas típicas de los alarifes cacereños que dominaban el empleo del ladrillo en bóvedas de rosca.