En su fachada podemos contemplar uno de los más notables ejemplares de portada manierista cacereña (entre un renacentista tardío y el barroco), seguramente construida a finales del siglo XVI e inspirada directamente en la obra de Sebastián Serlio. La puerta es del tipo de construcciones rústicas enmarcada por salientes sillares con voluminoso almohadillado, atravesados en sus laterales por unas columnas adosadas al muro, entablamento y frontón. También podemos apreciar varios escudos pertenecientes a las familias de Ovando-Mogollón y Ulloa, que ponen de manifiesto que este palacio se formó por la unión de las dos casas.
En su interior tiene un bello patio porticado típico de los palacios cacereños.