Badajoz ha sabido guardar durante muchos años la tradicional costumbre de celebrar, a las puertas de la primavera, los divertidos y populares festejos carnestolendos, continuación de ancestrales fiestas que cobraron una merecida fama, y cuyo origen se remonta siglos atrás.

Fama tuvo siempre en Extremadura, la costumbre pacense de celebrar, con gran entusiasmo y durante varios días sus famosos carnavales, en los cuales participan tanto su vecindad como un gran número de visitantes disfrazados con bellas y originales indumentarias, confeccionadas por ellos mismos, o bien siguiendo la tradicional costumbre de recuperar de los roperos y baúles trajes que antaño, ya fueron las delicias de sus familiares.

Los asistentes disfrutan y participan bien en grandes comparsas, charangas y grupos, o en los divertidos concursos de comparsas, murgas o coros que se realizan durante estas fiestas.

De gran brillantez son los multitudinarios y bellos desfiles, que se realizan por las principales calles de la ciudad, finalizando la fiesta con el clásico entierro de la sardina.