· El año 2022 se ha saldado con 4017 contratos a personas con discapacidad en la región, frente a los 3631 de 2021 y ya se sitúa por encima de los mejores datos previos a la pandemia. Se cumplen, por tanto, los pronósticos que situaban a 2022 como el año récord en la contratación de personas con discapacidad.
· La recuperación del empleo de las personas con discapacidad contrasta con los datos de la población general. Así, la contratación en Extremadura ha disminuido un 17% en 2022 y la cifra de cierre de año es todavía un 29% inferior a tiempos prepandemia.
· Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: "Esta cifra récord que nos deja 2022 responde a los muchos esfuerzos que se están llevando a cabo en materia de Diversidad, equidad e inclusión. Estrategias fundamentales para lograr sociedades más inclusivas, pero también para construir compañías más competitivas, en las que existan espacios y oportunidades para todos".
· A pesar de esta recuperación, siguen vigentes algunos de los retos históricos de la empleabilidad de las personas con discapacidad. Su participación en el mercado laboral extremeño sigue siendo muy baja, ya que su tasa de actividad (30%) ha descendido 7 puntos en solo un año.
· Otro de los grandes desafíos es la penetración de los trabajadores con discapacidad en el mercado laboral ordinario. En Extremadura actualmente el 77% de los contratos se suscriben en Centros Especiales de Empleo, una cifra muy elevada, pero que ha experimentado un ligero descenso respecto a 2021 (81%).
Mérida, 18 de enero de 2023.- El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha difundido las cifras de contratación relativas a 2022. Mientras que en el último año la contratación de la población general en Extremadura ha experimentado un descenso del 17% respecto a 2021 —debido principalmente a la caída de contratos temporales y formativos tras la última reforma laboral— y se sitúa aún un 29% por debajo de tiempos prepandemia (2019), la contratación de personas con discapacidad ha arrojado datos muy positivos. Con un crecimiento interanual del 11% en la región, se sitúa ya un 23% por encima de 2019 y alcanza una cifra récord en la serie histórica. En concreto, en 2022 las personas con discapacidad han suscrito 4017 contratos en Extremadura, frente a los de 3631 de 2021 y ya por encima de los mejores datos previos a la pandemia. Si echamos la vista atrás, observamos que el número de contrataciones aumentó en más de 2500 personas en la última década, cuando se situaba en 1485.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, "esta cifra tan positiva que nos deja 2022 responde a los muchos esfuerzos que se están llevando a cabo en materia de Diversidad, equidad e inclusión en los últimos años. Estrategias fundamentales para lograr sociedades más inclusivas, pero también para construir compañías más competitivas, en las que haya espacios y oportunidades para todos".
Se cumplen, por tanto, las optimistas previsiones que situaban a 2022 como el año con la cifra récord de contratación de personas con discapacidad, coincidiendo además con el 40 aniversario de la LISMI, hoy Ley General de Discapacidad, que supuso la primera normativa sobre inclusión laboral de personas con discapacidad. A este respecto, el directivo señala que: "Aunque estamos en el camino correcto, todavía quedan muchos otros éxitos por alcanzar. Por un lado, mantener esta tendencia positiva en las cifras de contrataciones en los próximos años, que no sea un simple espejismo por la esperada recuperación tras el parón que supuso la pandemia; y por otro, tratar de que se vea reflejada en parámetros que aún evidencian una importante desigualdad".
Un ejemplo de algunos de estos desafíos que se mantienen vigentes y que dificultan la plena inclusión de las personas con discapacidad es su escasa participación en el mercado laboral. En 2021 la tasa de actividad en Extremadura se sitúo en el 30% (la media nacional fue de 34,6%), es decir, el 70% de las personas con discapacidad en edad laboral no tienen empleo ni lo buscan. Este porcentaje del 30%, que ha disminuido 7 puntos respecto al año anterior, es muy bajo para alcanzar el propósito de la plena inclusión. "Para revertir esa escasa participación habría que apostar por actualizar las políticas activas de empleo, así como mejorar la colaboración público-privada", añade Mesonero, quien también destaca "la importancia de acabar con la brecha formativa que sigue afectando a las personas con discapacidad. Dotarles de los recursos y herramientas formativas necesarios hará que no se queden atrás y puedan ser competitivos en un mercado tan exigente y cambiante como el actual".
Por último, la penetración de los trabajadores con discapacidad en el mercado laboral ordinario representa otro de los grandes retos: en Extremadura actualmente, el 77% de los contratos se suscriben en el ámbito protegido, esto es, en Centros Especiales de Empleo (CEE). Una cifra muy elevada, pero que ha bajado respecto a 2021 (81%). "Este es el camino —asegura Mesonero—, pero debemos ser conscientes de que aún queda mucho por hacer para revertir estos porcentajes. Los Centros Especiales de Empleo son un recurso indispensable para la inclusión de las personas con discapacidad, deben ser un medio, pero no la meta final de su trayectoria profesional. La inclusión alcanza su mejor versión en la empresa ordinaria, donde las personas con discapacidad conviven con trabajadores con y sin discapacidad en un mismo espacio y por un mismo propósito", concluye Mesonero.